lunes, 7 de marzo de 2011

12) El Marcelo

Uno de los hombres que menos se les puede ver venir son los ¿“buenecitos”?

¿Te puedes fiar de un hombre que te regala chorraditas? ESTOS SON LOS PEORES.
Para mi parecer lo que realmente está haciendo es ocultando su verdadera identidad y adornándola con estos detalles que encandilan mas a una mujer, para conseguirla. Pero el tiempo no perdona, cuando van pasando los días y los meses, se va descubriendo el verdadero hombre que hay debajo de esos encantos.

Me refiero a aquellos hombres como Marcelo, que cuando cumple 3 meses de relaciones con una mujer le prepara un día espectacular y luego por detrás la pone como un trapo. La pregunta seria, ¿Por qué tiene estos detalles si luego tiene unos cambios de carácter radicales? Lo dicho, estos son los que luego te desconciertan de una manera estresante, porque ves que se porta bien contigo pero luego tiene cosas de “loquito”.

Muchas veces te quejarás de los “saborios”, de aquellos hombres que son más sosillos y no tienen detalles, pero estos, verdaderamente, son los que si tendrán interés en llevar hacia adelante algo contigo.
Pero desgraciadamente, te darás cuenta demasiado tarde.

Cuando te das cuenta de esto, ya no puedes salir, porque ya estarás totalmente encandilada y enganchada a él, mientras él juega al “vai ven” de ahora soy bueno, luego malo, ahora… es lo que podemos llamar, un hombre posesivo.

Lo malo de este tipo de hombres, es que no te das cuenta de lo que verdaderamente está haciendo, porque tendrá tanta destreza ante estas situaciones que conseguirá hacerte
creer que la culpa de su enfado es tuya. Consiguiendo, encima, una disculpa por tu parte.




sábado, 5 de marzo de 2011

11) Te mostré mi fuerza bruta, mi talon de aquiles y mi poesia

¿No te duele que te gire la cara el hombre que mas te gustaría saludar con entusiasmo cada día? ¿No te duele ver como ese mismo hombre ni siquiera te mira cuando pasas por delante de él? Es una sensación que a nadie le gustaría experimentar.

Esa situación de tener que verte todos los días con ese mismo hombre y que tengas que "hacerte la loca" como si nunca hubiera pasado nada, porque él ni siquiera se da cuenta de que estas en el mismo lugar que él.

Es una sensación que te hace pensar, ¿cómo hemos llegado a este extremo? Y te entra esa ansiedad de querer arreglarlo, pero te das cuenta de que es imposible después de todo lo que llevas arrastrando.

Este extremo, de ni siquiera un saludo, lo "habrá provocado un hecho tuyo", porque él pensará que te está castigando por algo, que según él, no deberías de haber hecho; y en realidad lo único que estabas intentando era defenderte ante muchas humillaciones que él te brindaba cada día con orgullo.

La única solución que podrás encontrar ante este problema es pensar que estos comportamientos que él tenia contigo eran despreciantes y recordar lo mal que te hacia sentir sus palabras y gestos; ya, que por desgracia, sabía tanto tus fortalezas como tus debilidades.

Es mejor que no te mire a la cara porque esté enfadado contigo, por algo que él se merecía y se ganó a pulso jugando con fuego hasta que se quemó; a que lo haga porque te esté despreciando.   

Hay que intentar poner un MURO entre tu mente y él.

miércoles, 2 de marzo de 2011

10) Para acostarse con una mujer hay que engañarlas

Cuando has leído esta frase, habrás pensado ¿por qué dices esto? pero no soy yo la que lo dice, son palabras textuales de un hombre, ¿increible eh?, pues si, yo misma lo escuché.
Cuando lo escuchas, piensas, ¿Qué coño estoy haciendo? dándote cuenta de que todo lo que pensabas que era muy bonito, todo fue mentira.

Muchas veces, puedes confundir las buenas actuaciones de un hombre, siendo en realidad, una intención de distraerse un rato contigo, aunque no tiene porque ser con el sexo; y es ahí la gran confusión.

Cuando un hombre te invita a cenar a su casa, y vas (porque él te encanta) y ves que la primera idea que se le pasa por la cabeza no es el sexo, te extraña tanto, que automaticamente bajarás la guardia y pensarás que este será uno de los mejores acontecimientos de tu vida. 

Bien, el primer error cometido, ya que todo es mentira, el fin sexual siempre está presente, de hecho, se presentará, porque en esta situación tan intima, la ocasión surgirá y mas cuando estas deseando que pase y sobre todo, después de lo agusto que habrás estado con él. 
Él se habrá hecho desear, y tú quedarás prendada de él.

Pues bien, aunque hayas bajado la guardia ante el primer encuentro, todavía te quedará algo de la duda; y es mas, pensarás que una vez pasada esa noche, será la última.

Pues bien, la perdida de la barrera femenina se producirá tras el segundo encuentro, encuentro que pensabas que no ocurriría en la vida, y menos propiciado por él.
Una vez consumada la primera vez, se te plantea la pregunta de que ¿Queda conmigo porque querrá repetir?, pero cuando acudes a la segunda cita y vuelves a ver que su primer instinto vuelve a ser hablar y estar relajado contigo antes del sexo, te provoca bajar la guardia por completo y volverás a vivir otras noche espectacular.

Después de este encuentro, ya perdida totalmente, verás como el interés masculino va bajando, hasta llegar a un último encuentro también propiciado por él. Evidentemente te morirás de ganas de ir, e irás. Esto puede ser un error o no, ya que o tendrás otra gran experiencia o caerás en la etiqueta de "te necesito cuando se me antoje".
Desgraciadamente las 2 son ciertas, ya que no te arrepentirás de haber ido pero para la mente masculina, te convertirás en la etiqueta citada.

Después de este último encuentro, tendrás la guardia totalmente bajada y como este habrá sido, seguramente, el mejor de todos, habrá intenciones por las 2 partes de repetirlo otra vez.
Hasta que llega el momento de darte cuenta de que todo era mentira, y de que solo eras una distracción momentánea mientras encontraba su próxima estabilidad emocional y te darás cuenta de que él es hombre que siempre supiste que era; y que la venda de tus ojos era lo que te impedían verlo.

Una vez mas habrás bajado la guardia. Tienes que darte cuenta de que no te debes creer nada de lo que dice un hombre y levantarte un muro ante el sufrimiento; por lo menos antes de tener una estabilidad con él, porque creo que una vez compartiendo tu vida con el sexo masculino, la sinceridad tendrá que ser la reina de la relación.